¿Qué entendemos por compasión?

Hay varios movimientos que  se pueden  producir  cuando vemos a alguien que sufre. El del hacer o el del dejar hacer.

Si sentimos  la necesidad imperiosa de aliviar su sufrimiento, entonces no es a él al que quiero rescatar, sino a mí mismo. El dolor ajeno despierta el propio y se hace insoportable. El débil no es él sino nosotros.
Uno mismo se transforma inmediatamente en el frágil y necesitado.

La fuerza aqui viene de resistir la pena de la otra persona, sin intervenir.De respetarla junto a su sufrimiento. De confiar en su propia fuerza para no debilitarlo. Desde esa posición ayudo «sin hacer nada»miro al otro  desde un nivel superior.

«Lo más peligroso en una relación de ayuda es  la compasión»