31Enero. AMOR Y DESAMOR ENTRE PADRES E HIJOS

Especialmente indicado para todas aquellas personas adultas que:

• Prefieren a su madre y/o a su padre por encima del otro progenitor.
• Sienten que ante uno de sus padres «desencadenan» respuestas emocionales desproporcionadas.
• Tienen una nula o mala relación con uno de sus progenitores.
• Se descubren una y otra vez juzgando a sus padres.
• Experimentan un fuerte sentimiento de culpa si «desobedecen» a la moral, creencias y/o dictámenes familiares.
• Encuentran dificultades para tomar su autonomía con respecto a su familia de origen.
• De niños sufrieron una situación traumática por la separación de sus padres.
  

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¿De dónde provienen esos desencuentros con nuestros padres? ¿tenemos permiso de seguir adelante si lo de atrás no lo hemos integrado todavía? ¿puedo ser una persona autónoma,libre y amorosa si no amo a mi madre y a mi padre incondicionalmente? ¿amarles significa «someterme» como cuando era un niño?…

El último sábado de este mes de enero encontraremos las respuestas y las soluciones. Mientras tanto os incluyo un texto de Hellinger y mío para que reflexioneis sobre esta “lucha interna” que a veces sentimos con nuestros padres.

«Mucho antes de ser capaz de dar amor recibimos amor, lo tomamos de nuestro padre y de nuestra madre y cuanto más cogemos este amor, más amor damos después. Nuestro amor comienza al tomar el amor de nuestro padre y madre y el principio de nuestra vivencia de amor es el amor para nuestros padres.

Luego, ¿qué ocurrió con nuestro amor hacia ellos? Se inmiscuyeron cosas, de modo que ese amor dejó de fluir como al principio.

A veces miramos a nuestra madre y a nuestro padre y pensamos: Allí fallaba algo. No eran perfectos.

Algunos tienen expectativas muy raras puestas en sus padres, como si tuvieran que ser como Dios(léase perfectos).Es terrible lo que le hacemos a nuestros padres con estas expectativas. Porque nos consideramos con derecho a pedirles cuentas…Pero sólo porque eran comunes, con defectos, casi los mismos defectos que tenemos nosotros mismos, crecimos y nos hicimos aptos para la vida.

Algunos saben cómo deberían ser los padres perfectos y dicen que se les puede amar sólo si son perfectos…qué extraño…Esto nos aleja de ellos y de nosotros mismos tal y como somos. Pues con un concepto ideal de ellos también tenemos un concepto ideal de nosotros mismos; y al apartarnos de ellos también nos apartamos de nosotros mismos.

Si tomamos en nuestro corazón a nuestros padres como son, se quedan totalmente en nuestro corazón sin aquello a lo que de alguna manera podríamos objetar.» BERT HELLINGER

A partir de ese momento mi autonomía puede desplegarse. Ahora ya puedo «despedirme» de ellos, volar del nido, tomar mi camino. Ya puedo hacer algo nuevo con mi vida, mi familia, mis hijos…

Ese algo nuevo, a menudo, resulta confuso o molesto para unos padres ( quizá no lo harían de la misma manera). También casi siempre viene acompañado de un fuerte sentimiento de culpa. ¡ENHORABUENA! es una señal inequívoca de que el paso a la autonomía cada vez está más cerca.

Os regalo varias frases que nos ayudan a sobrellevar la CULPA que supone conquistar la adultez y la autonomía:

“Gracias mamá, gracias papá por todo lo que me habéis dado. Me lo quedo para siempre.” “ Ahora yo también hago las cosas de la manera que considero más acertadas. Si no lo compartís lo respeto, por amor a vosotros, aun así yo ahora tomo mis propias decisiones también. Gracias por ser mis padres.”

CRISTINA MERINO ÁLVAREZ